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miércoles, 7 de septiembre de 2011

CORRECCIONES PARA UN CORRECTOR


Un gamín amigo mío, corrector de estilo ocasional y dipsomaniaco permanente (más conocido en el bajo mundo como "Macario"), me hizo caer en la cuenta de un pequeño gazapo: cuando en la entrada anterior afirmo que "algunos periodistas maltratan al idioma con una reprochable regularidad" el complemento directo no exige la preposición a, por tanto debería escribirse maltratan el idioma. Vale, de cosas como estas se trata el blog.

El asunto es algo complejo pero intentaré explicarlo. Muchos errores parten del uso de equívoco de la a. No es correcto decir, por ejemplo, "a futuro", "al interior", "camino a seguir", "a la mayor brevedad", "en relación a". En vez de esas expresiones debe decirse: en el futuro, en el interior, camino por seguir, con la mayor brevedad y en relación con. Las primeras expresiones nos resultan casi que naturalmente adecuadas. La costumbre tiene un enorme poder. Cuando una imagen o una afirmación que juzgamos fidedigna se archiva en los anaqueles de nuestra memoria la expelemos a troche y moche. Si además el esperpento es repetido con regularidad por ciertas "autoridades", por ejemplo, los medios, entonces tenemos toda la patente de corzo. Por eso no resulta extraño que millones de colombianos afirmen que cierto irascible y locuaz personaje ha sido el mejor presidente de la historia de Colombia.

El complemento directo es la parte de la oración que sufre la acción del verbo. En las frases Juan escribe un informe, Carlos observó el desfile, yo como arroz chino, estos son sucesivamente un informe, el desfile, y arroz chino. En el colegio nos decían que una manera de identificar ese complemento es convertir la oración en pasiva: el arroz chino es comido por mí. Otra manera es anteceder el verbo de los pronombres lo, la, los las. En este mismo ejemplo diría yo lo como. El lo equivale aquí al bendito arroz chino y se descubriría simplemente preguntando ¿ a quién come Jorge?

Si no están bostezando aún termino diciendo que cuando el complemento directo se refiere a una cosa o lugar no se utiliza la preposición a. Así no decimos puse al pincel sobre la mesa, veo a un avión, busco a piezas baratas, miró a la pared. En todos los ejemplos sobra la a. Ahora, si lo que usted mira no es a la pared sino a su compañera de curso o de trabajo, entonces es imperativo el uso de la a, como en Jorge mira a Lina.

Una nota final: los amigos del cine pirata nos encontramos frecuentemente con doblajes hechos por españoles (ya tendremos mucho que decir sobre la riqueza de esas traducciones), en ellas es frecuente escuchar expresiones como "voy a por la cerveza", "vamos a por todo". Suena rarísimo para nosotros, pero según la RAE la unión de las preposiciones a y por, usada solo por los chapetones, es correcta.

viernes, 2 de septiembre de 2011

EL VASO DE AGUA


Solicitar un vaso de agua (o de leche o de jugo) me ha generado unas cuantas miradas desaprobatorias y algunas amonestaciones. –Con mucho gusto, pero usted lo que quiere es un vaso con agua, me dijo alguna vez una agraciada mesera a la que le perdonaría casi cualquier cosa. Mi proveedor de tintos en la Universidad fue más específico: me reclamó que resultaba sorprendente que un profesional que cargaba libros debajo del brazo creyera que el vaso estaba hecho del precioso líquido y no de vidrio. Qué cosas. Uno se ve en la disyuntiva de guardar silencio o solventar la falsa corrección. Se termina optando por lo segundo antes de que se enfríe la infusión, la mejor opción porque ningún diligente despachador de alimentos tendrá tiempo para esas quisquillas con el idioma de Cervantes.

Pero no, no es correcto solicitar un vaso con agua, como no lo es requerir una caja con fósforos, un galón con gasolina o una tasa con chocolate. Salvo, claro está, que usted esté dispuesto a recibir el vaso con cualquier cantidad de líquido, incluso con una minúscula gota.

La partícula de pertenece a un género de palabras muy simpáticas: las preposiciones. Algunos todavía tenemos en la memoria la larga lista que nos obligaban a memorizar en el colegio: a, ante, bajo, cabe, contra… Pues bien, cuando los parroquianos señalan como incorrecta la expresión vaso de agua incurren en un error mayúsculo: creer que la preposición de indica solo la materia de la que está hecha una cosa, como en las expresiones pastel de chocolate o puente de piedra. Pero resulta que los usos de la partícula son muchos. Ante un conjunto de pasteles de los que se ocupará el encargado de los domicilios es probable que el panadero afirme que ese pastel es de don Carlos y aquel de doña Gloria. Nadie en sus cabales creería entonces, que el pastel está hecho de los dos personajes y no de harina, mantequilla y crema.

Miremos otros usos posibles:

Procedencia: Viene de Tangamandapio. Soy hijo de Raphael.

Finalidad: Máquina de escribir.

Modo como funciona algo: Fogón de petróleo. Olla de presión (si, así y no “olla a presión”).

Manera como se realiza un hecho: ¡Hágalo de una vez! Se lo tomó de un sorbo

Y finalmente alude también, al contenido, así, en un programa “proleto” de viernes en la noche pedimos una caja de vino o con alguna holgura económica solicitamos una botella de ron.

Por ello lo correcto es pedir un vaso de agua. Una anotación más: el sustantivo vaso alude a una medida. Cuando se pide un vaso de algún líquido estamos solicitando una cantidad del mismo; a veces somos más precisos y pedimos entonces un vaso pequeño o uno grande de ese producto.